jueves, 7 de agosto de 2014

Algunas consideraciones para practicar bondage.
(Primera parte)


Hola a tod@s, el día de hoy comentaré algunas cuantas cosas a tener en consideración para llevar a cabo la práctica del bondage. Estas consideraciones tienen la finalidad de ayudar para poder llevar a cabo una práctica o juego de forma más segura y en su caso poder prever o minimizar algún incidente.


El bondage no es para todos, ni todos son para el bondage.

Así es =( lamentablemente mis estimad@s camaradas bondager@s esta aseveración es verídica. Si bien es cierto que se trata de una práctica alternativa de sexualidad y/o un juego erótico no todos lo ven o lo vemos con los mismos ojos. Hay gente a la cual el tema le puede resultar interesante, atractivo, indiferente, o en el peor de los casos un tema indeseado dependiendo de lo receptiva y abierta que sea la persona, a sus condiciones físicas y mentales de salud, así como también de sus experiencias vividas.

Recordemos que ante todo debe existir el consenso, y cada una de las partes tiene el mismo derecho de poder decir “sí” o “no” y se debe respetar. Uno podría pensar que solamente la parte sumisa es quien podría decir que no, pero esto aplica para ambas partes, la parte dominante también está en su derecho de poder decir que no. Ejemplo, seguramente más de un@ de quienes leen este blog en alguna ocasión han intentado convencer  o inducir a su pareja, novi@, amig@ (con y sin derechos jajaja) de que se deje atar y esa persona diga que no, pero también puede ocurrir el caso contrario que hayan buscado ser uds los atad@s y que la otra persona se haya negado a darles el gusto.

Cabe mencionar que incluso también entre gente practicante, sea cual sea su rol, también puede darse el caso de recibir un no como respuesta.


Condiciones físicas, de salud y mentales.

Otro factor a tener en consideración son las condiciones físicas, de salud y mentales de la persona.
La práctica del bondage debe ser ante todo segura, no debe causar daños a ninguna de ambas partes.

En cuestión de las condiciones físicas de la persona que asumirá el rol sumiso se debe preguntar y considerar si sufre de algún tipo de problema  motriz o de articulaciones que le pueda impedir practicar, ejemplo de ello pueden ser heridas causadas por algún accidente, debilidad de articulaciones o problemas de sensibilidad en la piel y huesos que puedan agravarse con la presión o fuerza de los amarres. El conocer esta información nos será sumamente útil para considerar el tipo de materiales, ataduras/inmovilizaciones, posturas  con las que se puede practicar esa persona, así como nos puede servir para determinar si es prudente o no jugar con aquella persona.

Otra consideración es saber si la persona es propensa a sufrir calambres, esto para saber cómo actuar en caso de presentarse alguno. Muchas de las posturas o amarres pueden ser incómodos o demandantes por lo que es deseable que la parte sumisa haga ejercicio con regularidad ya que eso le permitirá disminuir la posibilidad de sufrir calambres y le brindará flexibilidad (se pueden hacer cosas muuuuuuuuyyyyy interesantes jejeje).

Un caso similar es el conocer las condiciones de salud de la persona, saber por ejemplo si sufre de asma, problemas de circulación sanguínea, presión arterial, incluso si es propensa a taquicardias, infartos o cualquier otro tipo de padecimiento que se deba conocer para tenerlo presente y poder actuar en caso de alguna incidencia o determinar si es prudente jugar o no.

En cuanto a las condiciones mentales es de suma importancia conocer si la parte sumisa no tiene algún antecedente de alguna mala experiencia que le haya podido dejar algún problema, ejemplo de ello son haber sufrido maltrato infantil, abusos o violencia intra familiar, violaciones, bulling, asaltos o incluso secuestro donde haya estado de por medio ataduras o privación de la libertad. Mientras la parte sumisa es atada puede que su mente evoque estos momentos convirtiendo la situación en algo difícil de manejar, y lo que menos queremos es causar daño o evocar malos recuerdos.

También importante es considerar si la parte sumisa sufre de claustrofobia o ataques de ansiedad, esto con la finalidad de considerar qué tan prudente es el poder jugar, si es el caso saber cómo o si definitivamente no lo es.

Hasta aquí esta primera parte, espero que esta información les llegue a ser de interés y  utilidad. En la siguiente publicación seguiremos abarcando más cuestiones a tener en consideración para tener una buena práctica de forma Sensata, Segura y Consensuada.

Recuerden que sus comentarios, preguntas y observaciones serán siempre bienvenidas.


Saludos.


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